Blanca Lema – Estrellas y Trotyl

$ 15,200

Colección Poesía y Ficción Latinoamericana ‖ 136 páginas ‖ 14 x 21 cm.

A

“Mi madre me criticaba y decía que yo era “sofisticada”, “extravagante” y “exótica”(risas)”—dice la poeta Blanca Lema en una de sus entrevistas. Y eso parece un detalle al pasar; sí, un motivo de risas, pero en verdad esa suerte de impromptu ligero describe uno de los rasgos de sensación de su poética. Es decir que su escritura posee la cualidad de un raro refinamiento… La sofisticación coincide con lo decadente y displicente y “extravagante” porque se dice fuera del modo común de actuar y asimismo exóticamente al hacer referencia a una criatura peregrina (como en sus novelas), de diferente tela de quienes la observamos y de todos los objetos y seres que ella va nombrando. Se trata de algo que trae desde territorios muy lejanos. Su poesía en apariencia tan simple pertenece a la extrañeza que nos infunde cada poema, que nos lleva a seguir leyendo lejos, muy lejos, y a seguir estudiando como solfeando sus notas y figuras; como si se nos hubiese borrado toda huella de conocimiento y de autonomía y nuestra lectura fuera una adecuación a la sorpresa, a lo indeterminado. Si como dice Foucault “pensar que alguien está solo es orar por él”, hay que pensar que estos poemas y su poeta están solos… para entrar humildemente en la oración, en el sermón de sus palabras.

Arturo Carrera

A

A veces las páginas se llenan de colores, crueles o dulces, torcidos o exactos, que apuntan al corazón de la experiencia. La voz de Blanca Lema es a veces sombría y otras luminosa. Su poemas hablan con la voz de una niña aterrada pero feliz, o con la de una mujer que desde una de las orillas de la vida hace gestos ansiosos y nos llama. Su poesía es exactamente lo mismo, y también otra cosa. Porque justamente lo que llamamos efecto poético es ese dulce corrrimiento, esa intantanea verdad. Estrellas y Trotyl, trotyl y estrellas, ¿qué mas da? Porque a nosotros los lectores nos queda el porvenir de este texto estrellado de signos, para perdernos ahí, siempre hacia adelante.

Francisco Garamona

A

Entre el tiempo que la deshace y el tiempo que la construye, Blanca Lema arma versos en una rara equidistancia. ¿Quién habla? Una voz que superpone y desautoriza, ciudades y lenguas. Una voz pícara, ingenua o más bien impiadosa, enamorada del doble lo que hay en ella. Esa voz poética no pide, todo le está otorgado en el temblor dulce o amargo de sus imágenes y sus “desobediencias sutiles”.

Guillaume Contré

Adquirí Estrellas y Trotyl de Blanca Lema y recibilo en la comodidad de su hogar. Además, llevando cinco libros o más, el envío es gratis a todo el país y también, comprando 3 o más, en CABA.
ISBN: 9789873728648 Colección: Etiquetas: ,

Descripción

Colección Poesía y Ficción Latinoamericana ‖ 136 páginas ‖ 14 x 21 cm.

A

“Mi madre me criticaba y decía que yo era “sofisticada”, “extravagante” y “exótica”(risas)”—dice la poeta Blanca Lema en una de sus entrevistas. Y eso parece un detalle al pasar; sí, un motivo de risas, pero en verdad esa suerte de impromptu ligero describe uno de los rasgos de sensación de su poética. Es decir que su escritura posee la cualidad de un raro refinamiento… La sofisticación coincide con lo decadente y displicente y “extravagante” porque se dice fuera del modo común de actuar y asimismo exóticamente al hacer referencia a una criatura peregrina (como en sus novelas), de diferente tela de quienes la observamos y de todos los objetos y seres que ella va nombrando. Se trata de algo que trae desde territorios muy lejanos. Su poesía en apariencia tan simple pertenece a la extrañeza que nos infunde cada poema, que nos lleva a seguir leyendo lejos, muy lejos, y a seguir estudiando como solfeando sus notas y figuras; como si se nos hubiese borrado toda huella de conocimiento y de autonomía y nuestra lectura fuera una adecuación a la sorpresa, a lo indeterminado. Si como dice Foucault “pensar que alguien está solo es orar por él”, hay que pensar que estos poemas y su poeta están solos… para entrar humildemente en la oración, en el sermón de sus palabras.

Arturo Carrera

A

A veces las páginas se llenan de colores, crueles o dulces, torcidos o exactos, que apuntan al corazón de la experiencia. La voz de Blanca Lema es a veces sombría y otras luminosa. Su poemas hablan con la voz de una niña aterrada pero feliz, o con la de una mujer que desde una de las orillas de la vida hace gestos ansiosos y nos llama. Su poesía es exactamente lo mismo, y también otra cosa. Porque justamente lo que llamamos efecto poético es ese dulce corrrimiento, esa intantanea verdad. Estrellas y Trotyl, trotyl y estrellas, ¿qué mas da? Porque a nosotros los lectores nos queda el porvenir de este texto estrellado de signos, para perdernos ahí, siempre hacia adelante.

Francisco Garamona

A

Entre el tiempo que la deshace y el tiempo que la construye, Blanca Lema arma versos en una rara equidistancia. ¿Quién habla? Una voz que superpone y desautoriza, ciudades y lenguas. Una voz pícara, ingenua o más bien impiadosa, enamorada del doble lo que hay en ella. Esa voz poética no pide, todo le está otorgado en el temblor dulce o amargo de sus imágenes y sus “desobediencias sutiles”.

Guillaume Contré

Adquirí Estrellas y Trotyl de Blanca Lema y recibilo en la comodidad de su hogar. Además, llevando cinco libros o más, el envío es gratis a todo el país y también, comprando 3 o más, en CABA.