Harry Mathews – Veinte líneas por día

$ 27,800

Colección El Eslabón Prendido ‖ Traducción: Cecilia Pavón ‖ 142 páginas ‖ 14 x 21 cm.

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«Como a muchos escritores me suele desanimar la idea de empezar a trabajar y paso mucho tiempo evitando ese momento. Hace cuatro años recordé un mandato que Stendhal se dio a sí mismo cuando era joven: Vingt lignes par jour, géni ou pas (veinte líneas por día, geniales o no). Stendhal pensaba en terminar un libro. De forma deliberada malinterpreté sus palabras como método para superar la ansiedad de la página en blanco. Incluso para un escritor escéptico y receloso, veinte líneas parecían un objetivo alcanzable y tranquilizador; especialmente si no se relacionaba con un proyecto ‘serio’, como una novela o un ensayo. Entonces, durante más o menos un año, empecé mi día con un fragmento de al menos veinte líneas sobre lo que tuviera en ese momento en la cabeza, escritas en un cuaderno reservado para ese fin”.

Harry Mathews

Adquirí Veinte líneas por día de Harry Mathews, traducido por Cecilia Pavón en hasta 12 cuotas sin interés. Además, llevando cinco libros o más, el envío es gratis a todo el país y también, comprando 3 o más, en CABA.

A

Prensa:

ISBN: 9789873728020 Colección:

Descripción

Colección El Eslabón Prendido ‖ Traducción: Cecilia Pavón ‖ 142 páginas ‖ 14 x 21 cm.

A

«Como a muchos escritores me suele desanimar la idea de empezar a trabajar y paso mucho tiempo evitando ese momento. Hace cuatro años recordé un mandato que Stendhal se dio a sí mismo cuando era joven: Vingt lignes par jour, géni ou pas (veinte líneas por día, geniales o no). Stendhal pensaba en terminar un libro. De forma deliberada malinterpreté sus palabras como método para superar la ansiedad de la página en blanco. Incluso para un escritor escéptico y receloso, veinte líneas parecían un objetivo alcanzable y tranquilizador; especialmente si no se relacionaba con un proyecto ‘serio’, como una novela o un ensayo. Entonces, durante más o menos un año, empecé mi día con un fragmento de al menos veinte líneas sobre lo que tuviera en ese momento en la cabeza, escritas en un cuaderno reservado para ese fin”.

Harry Mathews

Adquirí Veinte líneas por día de Harry Mathews, traducido por Cecilia Pavón en hasta 12 cuotas sin interés. Además, llevando cinco libros o más, el envío es gratis a todo el país y también, comprando 3 o más, en CABA.

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Fragmento

Un día viajando; ni siquiera diez minutos para escribir en casa, así que estas veintitantas líneas deben ser escritas en los momentos inertes del viaje, mientras espero que el tren vuelva a partir. Ya que Stendhal es la autoridad en este devoir diario (la palabra significa antes “tarea” que “faena”, y M.C. acaba de usarla en ese sentido: “Alors, tu fais ton devoir?”) es apropiado que hoy, lo empiece en la estación de la ciudad donde él nació. Bueno, tal vez solo sea ligeramente apropiado. ¿Qué puede tener que ver Stendhal con este lugar (algo más de lo que Mozart tiene que ver con Vienna, o Proust con Illiers, lugar al que juré nunca dirigirme)? Si tiene algo que ver con Grenoble, debe ser en un acto de imaginación, probablemente uno que se ejerce a través de oposiciones: Stendhal expansivo y apasionado, Grenoble, confinada y calculadora, etcétera. (No es que no haya llegado a apreciar Grenoble: Monsieur Dubedout y la Maison de la Cultura hicieron que se abriera para mí como una ostra. Había luz y sensaciones bajo la aspereza cortante, húmeda y calcárea.) ¿Pero qué ciudad fuera de Italia, aparte de París y Nueva York, podría soportar una comparación con el espíritu de Stendhal y no terminar en un lejano segundo puesto?
Casi dos horas después llega la primera oportunidad de terminar el trabajo de este día, en Lyon-Brotteaux, donde un viento frío desmiente la reputación que tiene la ciudad de ser soleada. Más tarde, si el tren y las vías son suaves, podré escribir una o dos páginas de Cigarettes. Si no lo hago lo lamentaré mucho.

Grenoble-Lyon, 27/5/83