Leónidas Lamborghini – El genio de nuestra raza. Las reescrituras
$ 34,800
Colección Poesía y Ficción Latinoamericana ‖ 128 págs. ‖ 14 x 21 cm.Las reescrituras de Leónidas Lamborghini acentúan la pasión paródica, la multiplican y, como ese eterno regreso de reputación filosófica que el poeta ni consulta, la distorsionan. Para lograrlo, el estilo de Leónidas Lamborghini permanece de espaldas. No nos sonríe desde los usos protocolares –ese apretón de manos de los estilos calcificados por la confianza- ni nos asombra a partir del suministro de exactitudes adjetivales que avanzan sobre nosotros con rigor marcial. El estilo subyace, parpadea, gusta de ocultarse. O de mimetizarse. Operación nocturna e iluminada. Cuando se revela, cuando acepta su orfandad retórica, queda expuesto su carácter necesario. La forma final es quizá un fraseo, pero un fraseo teñido del ocio del intérprete, nada pegadizo ni fácil.
Luis Chitarroni
La poesía de Lamborghini interpela de inmediato por lo hipnótica y fronteriza. Sus poemas buscan recrear una perplejidad en la relación con el lenguaje y, por ende, con el mundo, a través de ese detenerse y entrecortarse, permitiendo una experiencia microscópica inscripta en el presente por velocidad y materialidad, por su llamar la atención sobre lo que es posible experimentar en una sílaba. A la vez, exigen asumir el espesor histórico de la lengua y el fantasma constante de su relación con el “afuera”, bajo el paradójico gesto de trabajar descontextualizando, cruzando archivos, incluso olvidando”, no sabiendo, acumulando distorsión. En su remisión a partículas elementales, en su llamado de atención materialista sobre el lenguaje, gesto que espacializa y permite ver de qué frágil materia está hecho el poema, las reescrituras también se cargan de sentido al máximo y oscilan entre la irrisión crítica y la intensificación pasional constituyendo una suerte de estilo mutante, con un conjunto de rasgos característicos que, a la vez, se niegan a establecerse del todo.
Gerardo Jorge
Adquirí El genio de nuestra raza. Las escrituras, de Leónidas Lamborghini y recibilo en la comodidad de su hogar. Además, llevando cinco libros o más, el envío es gratis a todo el país y también, comprando 3 o más, en CABA. Prensa:
- Gonzalo León para Eterna Cadencia: http://eternacadencia.com.ar/blog/contenidos-originales/entrevistas/item/el-genio-de-nuestra-raza.html
Descripción
Colección Poesía y Ficción Latinoamericana ‖ 128 págs. ‖ 14 x 21 cm.Las reescrituras de Leónidas Lamborghini acentúan la pasión paródica, la multiplican y, como ese eterno regreso de reputación filosófica que el poeta ni consulta, la distorsionan. Para lograrlo, el estilo de Leónidas Lamborghini permanece de espaldas. No nos sonríe desde los usos protocolares –ese apretón de manos de los estilos calcificados por la confianza- ni nos asombra a partir del suministro de exactitudes adjetivales que avanzan sobre nosotros con rigor marcial. El estilo subyace, parpadea, gusta de ocultarse. O de mimetizarse. Operación nocturna e iluminada. Cuando se revela, cuando acepta su orfandad retórica, queda expuesto su carácter necesario. La forma final es quizá un fraseo, pero un fraseo teñido del ocio del intérprete, nada pegadizo ni fácil.
Luis Chitarroni
La poesía de Lamborghini interpela de inmediato por lo hipnótica y fronteriza. Sus poemas buscan recrear una perplejidad en la relación con el lenguaje y, por ende, con el mundo, a través de ese detenerse y entrecortarse, permitiendo una experiencia microscópica inscripta en el presente por velocidad y materialidad, por su llamar la atención sobre lo que es posible experimentar en una sílaba. A la vez, exigen asumir el espesor histórico de la lengua y el fantasma constante de su relación con el “afuera”, bajo el paradójico gesto de trabajar descontextualizando, cruzando archivos, incluso olvidando”, no sabiendo, acumulando distorsión. En su remisión a partículas elementales, en su llamado de atención materialista sobre el lenguaje, gesto que espacializa y permite ver de qué frágil materia está hecho el poema, las reescrituras también se cargan de sentido al máximo y oscilan entre la irrisión crítica y la intensificación pasional constituyendo una suerte de estilo mutante, con un conjunto de rasgos característicos que, a la vez, se niegan a establecerse del todo.
Gerardo Jorge
Adquirí El genio de nuestra raza. Las escrituras, de Leónidas Lamborghini y recibilo en la comodidad de su hogar. Además, llevando cinco libros o más, el envío es gratis a todo el país y también, comprando 3 o más, en CABA. Prensa:
- Gonzalo León para Eterna Cadencia: http://eternacadencia.com.ar/blog/contenidos-originales/entrevistas/item/el-genio-de-nuestra-raza.html
Poema
VINCENT
1
–en camino: el dibujo del sendero bordeado de espinas.
me he dicho: ¡surgirás!: garabateo. ¿estéril?
la Naturaleza se resiste. espinas del sendero. la
Naturaleza
con tenacidad: hay que reducirla: captarla. una lucha. las
líneas principales. me he dicho: ¡surgirás todavía! ¡parirás!
¡de la miseria parirás! ¿jamás?: me he dicho: de
las energías de la miseria. ¡surgirás! ¿no? ¿lo lograrás?: de
la energía que las espinas. la
Naturaleza: hay que poner un poco del alma humana
allí. la
Naturaleza: se resiste. espinas. una lucha. una
tenacidad. con tenacidad: es necesaria. mano
firme. el lápiz más dócil. un poco. ahora. más de acuerdo.
garabateo. me digo: ¡hay que poder!. el estudio
constante. el estudio cuidadoso. el estudio repetido. el
dibujo: una lucha tenaz. con
el tronco tenaz del esqueleto tenaz: una lucha. con
la cabeza tenaz del esqueleto tenaz: una lucha. con
las piernas. con la pelvis tenaz. una lucha. ahora: poco
a poco. más
de acuerdo. en camino. el
camino es: estrecho. la puerta es: estrecha. la Naturaleza: se
resiste. ¡hay que reducirla! ¡hay que captarla! hay
leyes: ¡aprendo a ver las líneas principales! me he dicho:
¡hay que poder!. me he dicho: ¡no te dejes despistar!: las
líneas. las principales. buscar. buscar. ahora el lápiz más de
acuerdo. más y más. ese sauce. me digo: concéntrate
en ese árbol. me digo: ¡atención! me digo: no
te dejes despistar: ¡es un ser vivo! me digo: ¡hay
que poner un poco del alma humana allí!: esa herida.