En Fantasmata, carmen Iriondo se enhebra en la raigambre artística que le es propia, la danza, y de este modo, zurce y resarce, como mansalvaDeja una respuesta Cancelar la respuestaComentarioIntroduce tu nombre o nombre de usuario para comentarIntroduce tu dirección de correo electrónico para comentarIntroduce la URL de tu web (opcional)