Constanza Morán – Insomne
$ 19,800
Poesía y Ficción Latinoamericana ‖ 80 págs. ‖ 14 x 21 cm.
La escritura de Constanza Morán me hace pensar en aquella idea del vivir peligrosamente (algo relacionado en un sentido lejano con el gefährlich leben nietzscheano) que vuelve una y otra vez, de generación en generación, mientras los sonámbulos de la posguerra del siglo veintiuno siguen deambulando, tan perdidos e insomnes como siempre.
Laura Ramos
El insomnio es la muerte. Pregúntenle a cualquiera que no puede dormir cómo se siente. Porque las horas perdidas dando vueltas en la cama o por la habitación son innumerables, como la arena del desierto. Insomne es un thriller, que Constanza Morán escribió igual que un diario, íntimo e incluyente, donde su escritura implica un deseo y un reclamo: el anhelo del descanso. De unx y del mundo, de las obligaciones y de la repetición, del dinero y la tecnología, y de la soledad como manifiesto último de la sensibilidad del ser. Ya lo sabemos: para quienes no aprendimos a dormir, siempre hay alguien que lo hace por nosotros.
Nicolás Moguilevsky
Descripción
Poesía y Ficción Latinoamericana ‖ 80 págs. ‖ 14 x 21 cm.
La escritura de Constanza Morán me hace pensar en aquella idea del vivir peligrosamente (algo relacionado en un sentido lejano con el gefährlich leben nietzscheano) que vuelve una y otra vez, de generación en generación, mientras los sonámbulos de la posguerra del siglo veintiuno siguen deambulando, tan perdidos e insomnes como siempre.
Laura Ramos
El insomnio es la muerte. Pregúntenle a cualquiera que no puede dormir cómo se siente. Porque las horas perdidas dando vueltas en la cama o por la habitación son innumerables, como la arena del desierto. Insomne es un thriller, que Constanza Morán escribió igual que un diario, íntimo e incluyente, donde su escritura implica un deseo y un reclamo: el anhelo del descanso. De unx y del mundo, de las obligaciones y de la repetición, del dinero y la tecnología, y de la soledad como manifiesto último de la sensibilidad del ser. Ya lo sabemos: para quienes no aprendimos a dormir, siempre hay alguien que lo hace por nosotros.
Nicolás Moguilevsky