Colección Poesía y Ficción Latinoamericana ‖ 128 páginas ‖ 14 x 21 cm.

Postales: si se trata de fragmentos de un viaje turístico, es legítimo hablar de los textos breves en los que se desarrolla El Alud como si fueran postales. Postales exquisitas: la prosa de Esteban Castromán afina, se alza con sonido melodioso en la hamaca en que le suceden los momentos crepusculares, se expande jolgoriosa en las estas, llega a su máxima extensión tensa y relajada como las olas en la orilla del mar, se adelgaza en los textos periodísticos, se recoge, se concentra y se enreda en esa selva casi única, en esa selva que es una sobreviviente, el último brote de un mundo ya muerto, cae furiosa en la historia, la de la economía, la construcción cruel del capitalismo en el paraíso de Ilha Grande. Es elástica la prosa de Castromán, se mueve, cambia, va y viene hasta que se va: porque de eso se trata El Alud, de la pequeña proeza que significa partir de los lugares comunes, de esos reinos de los tropos que suelen ser el turismo y el periodismo para arribar, pero nunca en línea recta. Porque esta prosa deriva, da sus vueltas, se enrosca y se alarga, a una extrañeza radical.

Gabriela Cabezón Cámara