Escribir es, entre otras cosas, manifestar. Poner en evidencia, sobre el tapete, sacar a la luz, eso que no estaba. O que estaba, que había estado ahí, desde siempre, pero nunca había sido visto, escuchado. Sobre todo escuchado. Correr el velo, entonces, para revelar esa vida abandonada, dejada de lado por la mirada distraída del mundo.
¿Se puede tenerlo todo y no ser feliz? Ahí estaba yo, otra vez levantando la voz, sin miedo a congregar a las tropas del mal. O lo más parecido a proponer un tema muy general para encaminar la conversación (que venía muy bien, con alto contenido crítico) hacia un terreno de nimiedades. Por eso pregunté: “¿Se puede tenerlo todo y no ser feliz?”.
En El affair Skeffington, María Moreno reconstruye la biografía de una autora inexistente, la de Dolly Skeffington, una norteamericana expatriada durante los años locos en una bohemia París-Lesbos en la que pululan, entre otras, Gertrude Stein, Anaïs Nin y Djuna Barnes. Esta ficción constituye la primera parte del libro; la segunda reúne los poemas de Skeffington, de los cuales transcribimos tres a continuación.
Leer "Heroína" es montarse al lisérgico frenesí de una prosa que cabalga entre personajes caprichosos y escenas de una hilaridad colosal, cuya brújula es una sensualidad desbordante y su leitmotiv, el flirt. A continuación, de dicho libro, "Leche de heroína".
Vi cosas maravillosas. Te metés en la época de William Blake, te metés adentro de sus dibujos. Ves tus manos y podés acceder a tu vida anterior. Yo tenía 27 años pero ya parecía una persona de sesenta u ochenta o mil o tres mil años. A la otra gente que veías en la misma onda la veías como en diferentes épocas. Los veías en la época medieval, romántica...
La trayectoria artística de Giorgio de Chirico es de las más extrañas que haya habido. Creador en su juventud de una pintura originalísima, después llamada “metafísica”, anticipó al surrealismo, que lo tuvo por maestro (la obra de Dalí, entre otras, deriva de él).
La poesía de Claudio Bertoni, hecha de fragmentos de un diario incesante –work in progress–, de un implosivo, explosivo y acumulativo proceso de maduración, calla porque se mueve, casual y libremente, en el mundo de las relatividades, negándose a la falsedad de la trascendencia y de ciertos saberes fraudulentos.
En Fogwill, una memoria coral, Patricio Zunini enhebra con lucidez voces tan contrastantes como las de Alberto Laiseca, César Aira y María Moreno para evocar al creativo loco, al padre abnegado, al crítico mordaz y a la restante multitud de facetas que, en paralelo, supo desplegar uno de los escritores argentinos más relevantes de los últimos treinta años. Transcribimos a continuación los testimonios de Inés Fernández Moreno, Sergio Bizzio, Francisco Garamona y María Moreno.